viernes, 7 de septiembre de 2018

DE LOS INICIOS, DE SU GÉNESIS…




El término ‘Epistemología’, etimológicamente hablando, reúne dos palabras griegas: ‘Episteme’ (conocimiento, saber, ciencia) y ‘Logos’ (discurso). Así se convierte en las bases, las rocas, los cimientos sobre los cuales toman asiento los conocimientos de determinado tema. Sócrates utilizó la ‘Episteme’ para hacer una diferenciación entre el conocimiento científico, el pensamiento y la técnica.

A su turno, Aristóteles le dio un buen uso con la que el denominó ‘actividades mentales’ como: teoría, conocimiento, búsqueda de la verdad, realización, creación, acción y resolución de problemas de manera práctica.

Y en el curso de la historia aparecen otros nombres que buscaron averiguar cómo funciona la realidad y la verdad: Platón, San Agustín, Santo Tomás, Hume, Locke, Descartes, Leibnitz, Kant. Igualmente, Wittgenstein, Russell, Carnap, Hempel, Ayer, Bachelard, Popper, Kuhn, Lakatos, Laudan, y otros. 

También resultan célebres los '-ismos' epistemológicos, que vienen a ser respuestas o posiciones en torno a un problema determinado (de donde se deduce que la cantidad de familias de -ismos equivale a la cantidad de problemas epistemológicos clásicos): empirismo, racionalismo, vivencialismo, idealismo, realismo, agnosticismo, escepticismo, subjetivismo, objetivismo, convencionalismo, etc.

Ahora bien. Se le entrega la autoría del uso del término, en la nueva era, a James Frederick Ferrier (1808-1864), un distinguido filósofo escocés quien lo empleó para nombrar a la rama de su campo que se encarga de entender el conocimiento científico y responder a cuestiones como qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué de la verdad y la razón.

También, se refiere al estudio del conocimiento científico que es altamente sistematizado y socializado en contraposición a la ‘Gnoseología’, que se encarga del estudio del conocimiento humano en general. No obstante, el filósofo Eduard Gottlob Zeller le dio una usanza real al término desde su traducción del alemán al inglés. Y en consecuencia hubo destellos que se inclinaron para nombrarla como lógica aplicada, lógica material, lógica crítica, filosofía inicial y criteriología, entre otras.

Más adelante, en la segunda década el siglo XX, el ‘Círculo de Viena’ popularizó la palabra ‘Epistemología’ llevándola hasta integrar la creación de revista filosóficas con orientación a la ciencia y la investigación.

Paso seguido, la ‘Epistemología’ fue tomando forma y hoy ofrece las siguientes teorías: Correspondencia (una idea tiene que ser verdad si corresponde a la realidad), Coherencia (una idea tiene que ser verdad si coincide con otras ideas que son verdaderas), Pragmática (una idea tiene que ser verdad si soluciona algún problema) y Escéptica (una idea nunca puede probarse que es verdad).

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